Si te gusta la comida oriental, es probable que hayas saboreado en más de una ocasión el umami, aunque no seas consciente de ello… Se dice de él que es el quinto sabor, capaz de dar intensidad a nuestros platos. ¿Quieres comprobarlo? En este post te damos un truco para que puedas aderezar tus recetas con una salsa sabor umami, con la que potenciarás el sabor de tus ingredientes.
Pero antes de ponernos manos a la obra, vamos a conocer un poco más las singularidades del umami. En la cocina occidental, diferenciamos a la perfección los cuatro sabores por excelencia: el dulce, el salado, el amargo y el ácido. Los aprendemos desde pequeños y luego no tenemos dudas: sabemos reconocer y diferenciar cada uno de ellos.
¿Y el umami? Al ser un sabor al que no estamos muy acostumbrados, nos cuesta reconocerlo, aunque sí podemos darte una pequeña aproximación. Si es un sabor intenso y sabroso, que provoca salivación, estás ante el umami. Hay alimentos que por sí solos, o combinándolos con otros, actúan como potenciadores del sabor. Los champiñones, la soja, el chorizo, las anchoas o el queso son algunos de ellos. Y, simplemente por una razón, hacen más sabrosa la receta cuando los añadimos.
Y, una vez que tenemos más claro qué es el umami, vamos a hacer una salsa de vegetales para potenciar el sabor de nuestros platos. Podemos añadirla a la pasta, carnes, pescados, arroz… porque combina a la perfección con todos ellos.
¿Qué necesitamos para la salsa umami?
- Cebolla
- Ajo
- Coliflor
- Champiñones
- Zanahoria
- Berenjena
- Brócoli
- Apio
- Pasta de tomate
Con 1,3 kilogramos de verduras tendremos 200 o 300 gramos de sabor umami
¿Cómo la hacemos?
- Una vez que tenemos todo preparado, cortamos en rodaja todos los ingredientes y los vamos colocando en una bandeja de horno. Podemos utilizar el disco de doble cara del procesador de alimentos para rebanar y cortar las verduras y hortalizas.
- Cuando ya los hemos cortado todos, añadimos por encima aceite de oliva y mezclamos todo para que se reparta bien por toda la bandeja.
- El siguiente paso es introducir la bandeja en el horno a 150ºC entre 50 y 60 minutos.
- Transcurrido este tiempo, sacamos la bandeja. Veremos que las verduras tienen un color tostado y que su tamaño se ha reducido.
- Cubrimos con agua los vegetales y volvemos a introducir la bandeja en el horno entre 30 y 40 minutos.
- A continuación, sacamos la bandeja y, con ayuda de un colador grande, colamos el líquido. ¡Ya tenemos nuestra salsa!
- Si queremos que tenga un sabor más concentrado, podemos añadir un poquito de pectina.
- Ahora sólo falta añadir la salsa a la pasta, a un arroz o a un salteado de gambas como éste, para que estén todavía más sabrosos.
¿Te animas a hacerla? ¿Conoces más trucos para potenciar el sabor? ¡Cuéntanoslos!
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