Ana es consumidora de productos Ufesa y vive Madrid. Hace unos días se puso en contacto con nosotros para hacernos una consulta. Ana tiene un bebé de poco más de un año y está preocupada porque nota que durante los días más cálidos del verano al pequeño se le irritan los ojos y la garganta. Ha leído acerca de la utilidad de los humidificadores y se pregunta para qué sirven y si resultan útiles en su caso. También quiere saber si son difíciles de mantener. Si tú también estás pensando en adquirir uno de estos electrodomésticos, sigue leyendo.
¿Cuál es la humedad ideal en el hogar durante el verano?
En verano la humedad relativa en el interior de las viviendas debería estar en torno al 50%. Un grado de humedad mayor o menor influirá negativamente en nuestra sensación de confort.
En invierno por el uso de calefacciones, y en verano por las temperaturas elevadas y el empleo de aire acondicionado, este valor se reduce. Los primeros en notarlo son nuestros ojos y la membrana que cubre el tracto respiratorio, por eso sentimos picor en los ojos y respirar nos resulta un poco más difícil.
Los humidificadores ayudan a mantener una humedad relativa interna óptima, ya que generan finas partículas de vapor.
¿Quién necesita un humidificador?
Los humidificadores suelen adquirirse por dos razones, para ayudarnos a conservar nuestra salud (personas con sinusitis o propensión a coger catarros, alérgicos, asmáticos…), o para contribuir a la correcta conservación de nuestra casa (mantenimiento correcto de nuestros muebles y suelos de madera, de los libros y cuadros, de nuestras plantas…)
Sin embargo, ¿sabías que los ácaros sobreviven mejor cuando la humedad relativa es alta? Antes de adquirir un humidificador es conveniente hacerse con un sencillo higrostato doméstico y comprobar que realmente la humedad relativa en nuestra casa es demasiado baja. Si es así, elige un buen humidificador que puedas conectar y desconectar según las necesidades de cada momento.
¿Cómo elijo el mejor humidificador para mis necesidades?
Desde Ufesa recomendamos que el humidificador sea portátil y se pueda trasladar cómodamente de una habitación a otra.
Aunque existen diferentes tipos de humidificadores en el mercado, nos inclinamos por los modelos ultrasónicos. En este tipo de aparatos, las vibraciones de las ondas de ultrasonido rompen las moléculas de agua y favorecen su evaporación. El resultado es agua nebulizada. Este tipo de humidificadores son, además, los más silenciosos.
Además, hay algunos factores que conviene tener en cuenta a la hora de escoger:
1. La posibilidad de regular la cantidad de vapor emitido. Así, podrás ajustarlo según las condiciones ambientales.
2. La autonomía: Los humidificadores portátiles son muy cómodos, pero su depósito suele ser pequeño y debe ser rellenado con frecuencia. El humidificador de Ufesa ofrece hasta 8 horas de autonomía.
3. La facilidad de vaciado y limpieza. Descarta los humidificadores que resulten complicados de mantener.
4. El nivel de ruido. Inclínate por modelos de funcionamiento silencioso para que este no afecte a la calidad del sueño ni a la actividad diaria.
5. Los sistemas de seguridad. Evitan que el humidificador se ponga en funcionamiento cuando algo no está correctamente colocado, y lo desconectan cuando el agua del depósito se agota.
Algunos consejos para sacar todo el partido de un humidificador.
Usar un humidificador es muy fácil. Simplemente te dejamos algunas ideas que, de puro lógicas, se nos pueden olvidar.
– Mantén el humidificador alejado de fuentes calor como radiadores, cocinas u hornos. Tampoco lo coloques debajo de un aparato de aire acondicionado. La proximidad a ellos influye en el nivel de humedad relativa.
– Sitúalo alejado de ordenadores o equipos electrónicos sensibles.
– Coloca el humidificador fuera del alcance de los niños para evitar que acerquen el rostro o las manos a la salida de vapor.
– No añadas aceites esenciales o medicamentos.
– Limpia el humidificador al menos una vez por semana para evitar los depósitos de cal y eliminar los problemas generados por el agua estancada.
¿Qué cuidados necesita un humidificador?
Mantener el humidificador debe ser sencillo. Basta apagarlo, desconectarlo del enchufe, separar el depósito y vaciarlo. El transductor se limpia simplemente pasando el cepillo suave que incluye el humidificador. A continuación se llena con agua caliente y un detergente suave (por ejemplo, lavavajillas) y se agita para limpiarlo en profundidad. Una vez limpio, se aclara varias veces con agua limpia para eliminar los residuos… ¡y listo!
Realiza esta operación al menos una vez por semana y cuando sepas que no vas a utilizar el humidificador durante unos días. El humificador debe guardarse sin agua.
¿A qué es fácil?
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