La sensación de meternos en una cama con las sábanas recién cambiadas es un pequeño gran acierto. Si, además, éstas están planchadas sin una sola arruga todavía es mucho mejor. Disfrutar de estos pequeños placeres está al alcance de todos. Solo necesitamos una plancha de vapor y ganas de ponernos con ello.
Por eso, en este post te vamos a mostrar cómo planchar unas sábanas y los pasos que tienes que seguir para que te queden perfectas.
¿Cómo planchar sábanas?
Las sábanas suelen salir muy arrugadas de la lavadora, por eso, necesitamos cierta técnica para dejarlas sin marcas. El primer paso es doblarlas para poder plancharlas bien, ya que son más grandes que la tabla de planchar. Comenzamos con la sábana bajera, porque es la más complicada. La doblamos por la mitad juntando las puntas ajustables y la colocamos sobre la tabla.
Aprovechamos la forma redondeada de la tabla para colocar el ajustable de la sábana y planchamos con decisión el lateral. Hay quienes usan una mesa para planchar las sábanas. También puedes hacerlo así si te resulta más cómodo. En este caso, acuérdate siempre de colocar una tela sobre la mesa para no dañarla. Nosotros hemos elegido la tabla de planchar, porque, aunque sea más pequeña, podemos hacerlo perfectamente.
Seleccionamos una temperatura alta si las sábanas son de algodón y un vapor constante. Si las sábanas son de seda, planchamos solo con la fuerza del vapor, evitando el contacto directo de la suela de la plancha con el tejido.
A continuación, vamos girándola hasta que quede totalmente lisa. Tenemos que contar con que nos llevará más tiempo quitar las arrugas, porque la tela tiene mayor grosor al estar doblada.
Una vez que tengamos los laterales planchados, colocamos las puntas ajustables sobre la zona redondeada de la tabla y pasamos la plancha.
Ahora solo nos falta doblarla. La sábana bajera es más difícil de plegar por los ajustables, pero no imposible. Te contamos cómo hacerlo. La colocamos con las puntas hacia arriba y doblamos una parte del lateral.
A continuación pasamos la plancha sobre la sábana y volvemos a doblar. Se trata de ir doblando el lateral por tramos, hasta que nos quede una franja más estrecha que el ancho de la tabla.
Por último, doblamos la sábana hasta que nos quede un cuadrado pequeño. Después de cada pliegue y antes de hacer el siguiente, pasamos la plancha. Ésta nos ayuda a doblarla mejor. Así ocupará menos espacio y podremos guardarla sin problema en cualquier cajón.
Ahora que ya hemos planchado la sábana bajera, el resto es prácticamente “pan comido”. Al igual que antes, doblamos la sábana superior y vamos planchando. Al no tener ajustables, podemos doblar las sábanas con mayor facilidad, sin que estas se arruguen. Terminamos con lo más fácil, la funda de la almohada.
Con estos pasos, lograrás que tus sábanas queden totalmente planchadas. Si es la primera vez que te pones con ello, no te preocupes si te cuesta más de lo habitual. Esto, como todo, es práctica. Después de un par de veces, lo harás de forma mecánica, casi sin darte cuenta. ¡Ponte una canción que te guste y deja tus sábanas como nuevas! 😉
