Todos queremos que nuestros pequeños electrodomésticos funcionen como el primer día, que nos sigan ayudando con las tareas del hogar durante mucho tiempo. Para eso los compramos y, para eso, los tenemos en casa.
La plancha de vapor nos ayuda a lucir nuestras prendas de la mejor manera posible, sin arrugas, en perfecto estado. Para que esto siga así debemos limpiar nuestro pequeño electrodoméstico con cierta frecuencia.
¿Hace mucho que no limpias tu plancha? No te preocupes, es habitual que no dediquemos tiempo a estas labores. En este post, vamos a mostrarte que limpiar la plancha no es tan difícil como a priori parece. Si seguimos estos pasos, lo haremos enseguida.
Mezcla agua destilada y agua de grifo
En algunas regiones, el agua del grifo tiene un nivel de dureza alto, es decir, lleva más cal y ésta, a la larga, puede dañar el centro de planchado si no la limpiamos con frecuencia. Por eso, lo más recomendable es utilizar una mezcla de agua destilada y agua del grifo en partes iguales. Si en tu ciudad el agua tiene mucha cal, puedes probar a añadir 2/3 partes de agua destilada.
¿Y qué ocurre si no tenemos agua destilada en un momento dado y tenemos que planchar? En estos casos, no ocurre absolutamente nada por utilizar agua del grifo durante unos días. Después, tan sólo tendremos que limpiarla como te indicamos a continuación. Otro truco para estos días es usar agua hervida.
Cómo limpiar la cal de la plancha
Tener la suela de la plancha limpia es clave para que la suciedad no pase al tejido. La cal suele quedarse en los agujeritos de la suela de la plancha en forma de residuos. Cuando calentamos el aparato y la deslizamos por la ropa, aparecen unas motas blancas nada agradables.
¿Cómo evitar esto? Habitualmente la plancha tiene varias opciones que podemos utilizar:
Función autolimpieza: empezamos por la más fácil. Cuando utilizamos el regulador de vapor, la plancha automáticamente limpia los sedimentos de cal. Utilízalo con frecuencia a la hora de planchar y evitarás que se acumule más cal de la cuenta.
Función cal: hay modelos de plancha que, además, incluyen una función cal, ya que saben que ésta es su principal enemiga. Este botón ayuda a eliminar partículas de cal de la cámara de vapor. Si el agua de tu región es muy dura, se recomienda utilizar esta función cada 15 días aproximadamente.
¿Cómo funciona?
Lo primero que tenemos que hacer es llenar el depósito de agua. Después, conectamos la plancha y seleccionamos el nivel de temperatura máximo. Cuando haya alcanzado la temperatura seleccionada, desenchufamos la plancha y la sujetamos sobre el fregadero. A continuación, apretamos el botón de función cal y sacudimos la plancha en el aire. ¿Qué ocurrirá? Saldrá vapor y agua hirviendo, lo que arrastrará las partículas de cal y residuos.
Limpiar la superficie de la plancha
Una vez que hemos limpiado la plancha por dentro, toca limpiar la superficie de la suela. Es importante limpiar las posibles manchas que queden en la suela cuanto antes para que sea más fácil quitarlas. Para ello, extendemos sobre la tabla de planchar tabla de planchar un trapo de algodón seco y pasamos la plancha caliente a máxima temperatura. Si la mancha no ha desaparecido al pasar la plancha por el trapo de algodón, podemos terminar de limpiarla con un algodón. Así eliminaremos los restos de almidón u otros residuos.
Extendemos sobre la tabla de planchar un trapo de algodón seco y pasamos la plancha caliente a máxima temperatura
En ningún caso, debemos utilizar un producto abrasivo para limpiar la suela ni detergentes en el depósito del agua.
Esta limpieza de la suela debemos hacerla con la plancha apagada. Y, antes de usarla de nuevo, debemos asegurarnos de que la superficie está totalmente seca.
Otra forma de limpiar los orificios es utilizar la fuerza del vapor. Para ello, llenamos el calderín por la mitad, aproximadamente, y seleccionamos la temperatura máxima. Cogemos la plancha en vertical y pulsamos el botón de liberación de vapor hasta que el depósito de agua se quede vacío.
Y ya que tenemos nuestra plancha perfectamente limpia, no cuesta nada guardarla de la mejor manera posible.
¿Cómo? El primer paso es enrollar el cable y colocarlo en el hueco de la plancha. Después, la guardamos en posición vertical con el depósito de agua vacío. Nos aseguramos también que los reguladores de vapor y temperatura estén totalmente apagados.
¿A qué no es tan difícil? Dedícale unos minutos a tu plancha, ella te lo agradecerá funcionando como el primer día.
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