Son nutritivos, podemos tomarlos de ‘snacks’ o como ingrediente de otras recetas y, además, están riquísimos. ¿Sabes de qué alimento estamos hablando?
Los frutos secos son un producto de la naturaleza que aportan múltiples beneficios a nuestro organismo. En otras épocas, se consumían en grandes cantidades, pero con el acceso a otros alimentos, su consumo ha quedado un poco relegado. En este post, queremos rescatar este alimento nutritivo para incluirlo en nuestra dieta. ¡Te damos 3 razones!
- Ahora que están de moda los superalimentos, como la quinoa o las semillas de chía, podríamos considerar a los frutos secos un “superalimento” de toda la vida. Contienen potasio, calcio, hierro, ácidos grasos y vitaminas, por lo que son una fuente fiable de nutrientes.
- Son un aperitivo perfecto, para reponer fuerzas cuando más energía necesitamos, como por ejemplo, antes de hacer deporte o tras largas horas de trabajo. Además, son una alternativa saludable a los ‘snacks’ rápidos. Sustituye una bolsa de patatas fritas por un puñado de frutos secos, tu organismo te lo agradecerá.
- Combinan a la perfección con otros ingredientes. La gran variedad de frutos secos -almendras, avellanas, nueces, pistachos, anacardos…- hace que podamos elegir el sabor que mejor combina con una receta concreta. Como siempre, las opciones en la cocina son enormes, todo dependerá de nuestra creatividad en los fogones. Te proponemos 3 platos, uno por cada razón que hemos dado para consumir frutos secos.
Espagueti con frutos secos
Los frutos secos dan un toque especial a los platos de pasta. Además de hacerlos más nutritivos, aportan una nota diferente que contrasta con el sabor dulce de la pasta. También aporta una textura distinta, más crujiente, en comparación con la suavidad de los espagueti o los macarrones.
El primer paso es picar los frutos secos con una picadora. De esta forma, conseguiremos repartirlos mejor por el plato y no abusar de ellos, ya que son muy calóricos. Con una picadora como ésta, podemos triturar los frutos secos más sólidos y dejarlos casi como un polvo de frutos secos.
Después, tan sólo tenemos que añadirlos a la salsa en el momento del cocinado.
Pan de pipas y nueces
Los frutos secos son también un ingrediente estrella de los panes más elaborados. Con ellos, hacemos panes más originales, que no podrás dejar de comer hasta que se acabe la última miga.
Con una panificadora, podemos hacerlo fácilmente, ya que tiene un dosificador de ingredientes para añadir especias o frutos secos en el proceso de elaboración. ¿Te animas a hacerlo? Descubre aquí cómo hacer pan de tomate seco y pipas.
Ensaladas de frutos secos y queso
Si hay un plato fresco donde no deben faltar los frutos secos, ése es la ensalada. Las nueces, las almendras, las pipas… combinan genial con el resto de ingredientes de este plato verde, tanto con el tomate como con el queso mozzarella o el queso de cabra.
Si, además, añadimos un vinagre o aceite aromatizado y otros ingredientes frescos, como la fruta, haremos que nuestra ensalada sea “una ensalada diez”. Los frutos secos que más se utilizan en estos platos frescos son la nuez, las pipas o los piñones.
Y, después de estos tres platos, no nos olvidamos del postre, ya que los frutos secos valen tanto para las recetas saladas como para las dulces. ¿Te gusta el brownie de chocolate? Descubre aquí cómo hacer este delicioso postre. Eso sí, ve preparando las nueces.