Matemáticas, Lengua y Literatura, Conocimiento del Medio, Plástica… y Cocina. ¿Te imaginas que en el colegio se impartiera esta asignatura? Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos, y publicada en “The Journal of Nutrition Education and Behavior” concluye que no sería en absoluto una mala idea. Al contrario, la cocina fomenta la creatividad y favorece el desarrollo de las habilidades sociales.
Y es que la cocina, aunque siempre ha estado ahí, se ha colocado en primer plano, ha saltado al “prime time” de algunas cadenas de televisión, con el poder que eso tiene. ¡Bienvenido sea! Porque las ventajas de este arte culinario son muchas:
1. Es una actividad para compartir entre padres e hijos. Y lo es por partida doble: la primera, mientras cocinamos; la segunda, cuando degustamos la receta lograda.
2. Fomenta la comunicación con los hijos y es una oportunidad para aprender nuevo vocabulario.
3. Enseña a ser cuidadoso y riguroso con las medidas.
4. Promovemos hábitos alimenticios saludables.
5. Aprendemos que no todo se consigue a la primera. Enseña a ser constante y a repetir la receta más de una vez hasta lograr que nos salga a la perfección.
6. Descubrimos que lo bueno, si es compartido, es dos veces bueno, y a disfrutar cuando los demás saborean nuestros platos
Con tantas ventajas entran ganas de ponerse manos a la obra. Podemos empezar por algo fácil, por ejemplo, unas ricas galletas caseras. Necesitamos algo que le guste a un niño y que no lleve mucho tiempo, porque ya sabemos que los pequeños se cansan rápidamente.
¿Cómo hacer galletas caseras?
Ingredientes:
– 200 gramos de harina
– 75 gramos de azúcar
– 125 gramos de mantequilla.
– Una cucharada de esencia de vainilla
– 100 gramos de azúcar y 1 huevo
Elaboración:
1. Para empezar a hacer las galletas, introducimos en un bol el azúcar, la harina y el huevo sin batir. A continuación, añadimos la mantequilla. Colocamos los garfios amasadores en la batidora de repostería y amasamos.
2. Metemos la masa de las galletas al frigorífico unos quince minutos.
3. Sacamos la masa y la extendemos en una capa de entre uno y dos centímetros, en función del grosor deseado. Colocamos la masa sobre un papel de horno.
4.Con un cortador damos forma a las galletas. Hay cortadores muy originales, con siluetas de flores o de animales, que encantan a los peques.
5. Precalentamos el horno a 180ºC y horneamos las galletas entre diez y quince minutos, dependiendo del tipo de horno.
6. ¡Ya tenemos las galletas! Ahora queda lo más fácil… dejar reposar unos minutos antes de retirarlas de la bandeja de horno, dejar enfriar y comerlas. ¿Qué tal con un batido?