Si hay algo que caracteriza al ser humano, es su capacidad de crear. El arte está presente en actuaciones, lugares y manifestaciones de toda índole, incluso en las cosas más cotidianas como el café.
El arte de hacer dibujos en esta bebida se llama ‘art latte’. Consiste en hacer formas en la espuma de la leche, algunas muy elaboradas y originales.
¿A quién no le gusta que le sirvan un café espresso así? La buena noticia es que nosotros también podemos hacer art latte en nuestros cafés. Empezamos con formas más sencillas y, a partir de ahí, dar rienda suelta a nuestra imaginación.
Aquí te mostramos todo lo que necesitas para hacer art latte en casa y los pasos que tienes que seguir para que te quede así de bien.
¿Qué necesitamos para hacer art latte?
El secreto es tener un buen espresso de base. Con una cafetera a presión o una cafetera combi, conseguiremos un espresso con esa crema de color tostado tan característica.
El siguiente paso es texturizar la leche para obtener una espuma densa, imprescindible para fijar el dibujo. La clave para conseguir el punto exacto es utilizar una leche fresca y entera. Es importante, además, que esté muy fría.
La cafeteras espresso tienen una boquilla de vapor para espumar la leche. La colocamos en una jarra y la espumamos hasta conseguir burbujas pequeñas y una temperatura de 60º.
Finalmente, vertemos la leche espumada en el espresso. ¡Ya podemos empezar a hacer los dibujos!
¿Cómo hacer art latte?
Con sirope…
Hay dos maneras de hacer dibujos en la espuma del café. Comenzaremos con la más fácil. Utiliza el sirope de chocolate para hacer dibujos y un palillo para acabar de darles forma.
Aquí hemos hecho un reloj, con unos simples trazos.
Además de este reloj, también podemos hacer una estrella. Con el sirope de chocolate, hacemos una espiral en la espuma de la leche. Después, con la ayuda de un palillo le damos forma. Desde el centro, hacemos una línea hacia los cuatro puntos cardinales.
A continuación, lo hacemos al contrario. Dibujamos una línea en diagonal desde fuera hacia dentro. Repetimos este segundo paso en sentido contrario. ¡Ya tenemos nuestra flor!
Con la espuma de la leche
Esta segunda forma de hacerlo requiere un poco más de técnica. El secreto está en crear la forma mientras vertemos la espuma de la leche. Cuanta más espesa sea más fácil será hacerlo.
Vertemos la leche despacio sin parar, al tiempo que movemos la jarra de un lado a otro. Con este movimiento, la espuma se mezclará con el café, haciendo formas originales. Después, podemos darle el toque final con canela. Con ella, al igual que con el sirope, también podemos hacer formas en la espuma.
¿Te animas a hacer estos dibujos? Ahora piensa la sorpresa que se van a llevar tus invitados cuando les sirvas estos cafés tan elaborados. Sin duda, son un pequeño gran acierto al alcance de todos. 😉