A principios del siglo XX conocimos el efecto regulador del yogur en nuestro organismo gracias al científico Metchnikoff, que fue reconocido con el Premio Nobel de Medicina en 1908. A partir de entonces, las investigaciones han confirmado los beneficios saludables de este alimento que cuenta con siglos de historia.
De hecho, los historiadores gastronómicos sitúan el origen del yogur en los pueblos nómadas que transportaban leche fresca. La leche se convierte en yogur gracias a la fermentación de la lactosa en ácido láctico, provocadas por dos bacterias: lactobacillus bulgaricus y streptococcus thermophilus. El ácido láctico el responsable de la textura y el sabor del producto lácteo.
Si repasamos la historia, comprobaremos como muchos descubrimientos surgen del azar. Así debió pasar también con el primer yogur. Probablemente, fue fruto de una fermentación involuntaria en el interior de las bolsas de piel de cabra en las que se transportaba la leche. Hay estudios que acreditan que los primeros yogures surgieron en la zona de Bulgaria y Turquía, donde a día de hoy continúan elaborando deliciosos yogures. Grecia también es conocida por ellos.
¿Cuáles son los beneficios del yogur?
Después de ver todos los beneficios del yogur, ¿a quién no le apetece tomar uno? Y si es natural, mucho mejor. Con una yogurtera como ésta, podrás hacer yogures caseros, sin conservantes ni colorantes. ¿Cómo funciona? Este pequeño electrodoméstico se encarga de mantener constantes las condiciones necesarias para la correcta fermentación del yogur.
Sólo necesitas 1,5 litro de leche de vaca o vegetal y un yogur. Mezclamos los dos ingredientes, llenamos los siete vasitos de la yogurtera y dejamos actuar. Después de 8 horas, ya tendremos los yogures listos. Si te gustan los yogures más cremosos, puedes dejarlos más tiempo en la yogurtera para que adquieran más consistencia.
¿Has probado un yogur de leche de coco o avena? Con una yogurtera, podemos hacer los yogures a nuestros gustos y añadir los ingredientes que más nos gusten: mermelada, sirope, caramelo… En este vídeo, puedes ver cómo funciona. 🙂