La estación de otoño es una de las más entrañables del año. Los tonos amarillos y marrones; la alfombra de hojas en el suelo; los paseos en bicicleta; las sobremesas y las tardes de café… ¡Son momentos que a todos nos gusta compartir!
No sabemos qué tendrá el café, pero en torno a esta bebida milenaria casi siempre aparece una buena conversación. Como no todos bebemos el café de la misma manera, siempre viene bien conocer los tipos de café y saber cómo se hace cada uno.
¡Empezamos desde el tipo de café más conocido hasta el menos típico!
- Capuccino: es el café italiano por excelencia y quizá el más conocido de todos. ¡Cuántas veces hemos pedido un capuccino en una cafetería! Pero, ¿sabríamos prepararlo? Aquí te damos las claves. Está compuesto con café expreso y leche montada al vapor para crear espuma. Las medidas exactas son 125 ml. de leche y 25 ml de café expreso. Sobre la leche se añade polvo de canela o de chocolate.
- Café cortado: Este tipo de café se prepara en poco tiempo, porque es uno de los más sencillos de todos. Son 30 ml de café, al que se le añade un poquito de leche.
- Café solo: es el equivalente al expreso italiano, es decir unos 30 ml de café solo, sin leche.
- Café doble: si el café solo se queda pequeño para nuestro gusto, siempre podremos pedir uno doble. Es decir, doble ración de café solo.
- Café con leche: este tipo de café también es uno de los clásicos. Tan sólo tenemos que añadir la mitad de leche y la mitad de café en un taza, más grande que la del cortado y similar a la del capuccino.
- Café vienés o moccia: éste es perfecto para aquellos a los que les guste la mezcla de café y chocolate. Lleva café, chocolate, leche, espuma y, por encima, otra vez café rallado.
- Irlandés: con este nombre ya podemos imaginar que en este café no faltará una de las bebidas típicas de Irlanda. Se compone de café, whiskey y crema batida.
- Americano: café largo, rebajado con agua.
- Café bombón: éste suele ser el preferido de los más golosos, porque lleva café y una buena cantidad de leche condensada. Dada la consistencia de esta leche, al añadirla a la taza no se mezcla con el café y la presentación es muy vistosa. Por eso, se suele servir en vaso de cristal, para que luzcan las capas de color.
- Café manchado: café expreso con espuma de leche.
- Hawaiano: uno de los más exóticos, sino es el que más. Lleva café con leche de coco. ¿Lo has probado alguna vez?
- Café con miel: éste también es uno de los café más dulces, junto al café bombón o al café vienés. Está compuesto por café solo, miel, canela y leche al vapor.
- ‘Afogato’: perfecto para los meses de verano, porque, además de despertarte este café, también te refrescará. Está compuesto por helado y, sobre él, añadimos 30 ml. de café, equivalente a un expreso.
- Café lágrima: si no te gusta mucho el café o no te conviene, siempre puedes pedir un café lágrima. Lleva muy poquito café, menos que un espresso, y mucha leche.
- Café ‘carajillo’: es también uno de los cafés más populares y con más tradición de España. Está compuesto por café solo y un poco de brandy.
- Café expreso: es la base de muchos tipos de café. Para hacerlo, necesitarás 33 ml de agua y 8 gramos de café. Descubre aquí cómo hacer un auténtico expreso en casa.
Estos son algunos de los tipos de café más conocidos, pero seguro que echas en falta alguno… ¿Cuál es tu preferido? y ¿con qué cafetera lo haces? Ahora hay muchos modelos de cafeteras con los que podemos disfrutar de un buen café en el salón de nuestra casa. ¡Cuéntanoslo!