El té es, junto al café, una de las bebidas más consumidas del mundo después del agua. Tiene un sabor y un aroma fresco y agradable al paladar, que hace que sea una infusión apetecible en cualquier momento del día.
Pero, además de su aroma, el té tiene otras propiedades beneficiosas para la salud, ya que contiene propiedades antioxidantes y flavonoides. Estas sustancias son capaces de proteger a nuestro organismo de los temidos radicales libres, que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Por ello, se recomienda incluir alimentos que contengan antioxidants en la dieta. Por ejemplo, todos aquellos alimentos que contienen vitamina C, como los cítricos, el aguacate, la zanahoria y, por supuesto, el té.
Un té para cada momento
El té es una infusión de la planta camellia sinensis, que contiene la conocida teína y que ayuda a mantener la mente despierta y en calma.
Té blanco
El té blanco se elabora con los brotes más jóvenes de la planta camellia sinensis, mediante un proceso mucho menos elaborado que el resto de tés, por lo que contiene un alto nivel de nutrientes. Al igual que el resto, es una bebida baja en calorías y que suele incluirse en muchas dietas de adelgazamiento. Sus propiedades beneficiosas para la piel y el cabello hace que sea considerado un té perfecto para mantenernos siempre jóvenes.
Té verde
El té verde es uno de los tés más consumidos. Su sabor es suave, similar al té blanco, y contiene una gran cantidad de antioxidantes y taninos, que ayudan a combatir el envejecimiento. Es una bebida estimulante, por lo que es perfecta para aquellos momentos en los que necesitamos un aporte extra de energía. También podemos alternarla con el café y evitar un consumo efectivo de cafeína. Por sus propiedades, el té verde aparece también en muchas dietas de adelgazamiento, aunque, en estos casos, siempre hay que consultar con un nutricionista experto.
Té rojo
El té rojo es también una de las bebidas más conocidas. Se le conoce así por su tono rojizo. Entre sus propiedades, ayuda a hacer la digestión y a eliminar líquidos, ya que es también diurético. Si mezclamos el té rojo con otros alimentos, potenciamos todavía más sus beneficios. Una combinación perfecta es el té rojo con naranja. De esta forma, además de los beneficios del té rojo nos llevamos un aporte de vitamina C.
Te negro
El proceso para elaborar el te negro es diferente con la finalidad de conseguir una mayor oxidación de las hojas, de ahí que su color sea mucho más oscuro. Su sabor también es más intenso que el resto.
¿Quieres tomar un té sin teína?
Entonces, decántate por un té rooibos. Esta bebida no proviene de la Camellia Sinensis, sino de un arbusto procedente de África. Es decir, no contiene teína como el resto de tés, por lo que podemos consumirlo en cualquier momento del día. Es una alternativa perfecta para el té, ya que su sabor es similar.
Si no tienes un té rooibos cerca y te apetece una taza de esta bebida, hay dos trucos que puedes hacer para reducir la cantidad de teína: utilizar el doble de agua a la hora de preparar el té o reducir el tiempo de infusión.
Con un hervidor será más fácil
Con un hervidor de agua, podrás preparar fácilmente y con toda seguridad este té, además de otros tipos de infusiones: manzanilla, valeriana, tila…
El hervidor de Ufesa es capaz de hervir medio litro de agua en apenas unos minutos. Tan sólo tenemos que conectarlo a la red eléctrica, por lo que ahorraremos espacio en placas y microondas. Dado su tamaño, podemos tenerlo siempre cerca ya que, además de ser un hervidor, actúa también como un termo. ¿Quieres conocerlo? Pulsa en el siguiente botón.