Este 29 de septiembre, celebramos el Día Mundial del Corazón y no hemos querido dejar pasar por alto esta cita para hablar de hábitos saludables y dietas para reducir el colesterol. Sabemos que cuidar la salud no es sólo cuestión de un día, que debemos hacerlo en todas las etapas de la vida, pero estas celebraciones nos ayudan a recordarlo y no olvidarlo. Nos sirven de alarma, para deternernos a reflexionar sobre nuestro estilo de vida.
Son muchos los factores que nos ayudan a proteger nuestro corazón: el ejercicio físico, el equilibrio emocional y una buena alimentación son claves para evitar sustos indeseados, según nos cuenta Asunción Armas, coaching nutricional. De hecho, la obesidad, el colesterol y la hipertensión, tres elementos de riesgo cardiovascular, pueden reducirse si apostamos por cuidar la alimentación con una dieta equilibrada.
¿Cuáles son esas costumbres alimentarias cardiosaludables?
La Fundación Española del Corazón nos recomienda incluir frutas y verduras en nuestra dieta diaria para reducir el colesterol y cuidar el corazón, así como cereales, si son integrales mucho mejor, y productos libres de grasa, como las aves sin piel, carnes magras o pescados…
Entre sus consejos, está también limitar las comidas con altas calorías y cero alimento, como las bebidas gaseosas o las golosinas, y ajustar nuestra dieta al tipo de trabajo y estilo de vida. Si nuestro trabajo es sedentario, hay que tener en cuenta que necesitaremos consumir menos calorías.
Es probable que estos consejos los hayamos escuchado en más de una ocasión, pero ¿cómo podemos llevarlo a la práctica? Para contestar a esta pregunta, hemos acudido a Asunción Armas, coaching nutricional, para escuchar sus consejos.
¡Abrirnos a cosas nuevas! Asunción nos recomienda afrontar el cambio de dieta como una experiencia nueva, que nos llevará a descubrir alimentos que hasta ahora quizá no conocíamos. Podremos innovar en nuestro menú, incorporar sabores distintos, probar otras formas de cocinar más saludables, como la cocina al vapor o al ‘papillote’, incorporar recetas internacionales….
Ya sabemos que la cocina no deja de ser un sitio perfecto para probar infinidad de combinaciones. En lugar de pensar que a partir de ahora no voy a poder ingerir ciertos alimentos, Asunción nos aconseja que reflexionemos sobre qué cosas positivas nos va a aportar una dieta equilibrada; probablemente una salud más duradera y un bienestar físico, que debe ir acompañado también de un equilibrio emocional, porque «todo está muy relacionado con la salud del corazón»
No basta con comer sano, nuestra dieta debe ser ajustada a nuestro estilo de vida. Asun nos indica que tenemos que tener en cuenta el tipo de actividad que realizamos a diario. No necesitamos las mismas calorías si realizamos un trabajo sedentario, que uno que requiera mucho más movimiento.
Sustituir la sal por especias o hierbas aromáticas. Este suele ser un consejo perfecto para aquellos que tengan que controlar el nivel de sal, por problemas de colesterol.
No esperar a tener colesterol, para cuidar la dieta, sino hacerlo de forma natural desde pequeños. Ésta es la mejor forma de cuidar la alimentación, adquiriendo hábitos saludables que nos acompañen toda nuestra vida.
Trabajar las emociones y ejercicio físico. Estos son los otros dos elementos que debemos tener en cuenta, además de la dieta, para proteger nuestro corazón y evitar enfermedades cardiosaludables.
Con estos consejos, no nos hemos podido resistir a hacer una de estas propuestas gastronómicas novedosas, que hasta ahora no habíamos probado. Entre la cantidad de nuevos platos que podemos hacer, hemos elegido uno de los que nos propone Asun en el Espacio Ágape.
Macarrones de quinoa en salsa ligera con calabacín
¿Qué necesitamos?
200g de macarrones de quinoa
1 cebolla
1 calabacín
2 ajos, pimienta, finas hierbas
Salsa de tomate natural
¿Cómo lo hacemos?
El primer paso es poner a cocer la pasta al dente. Mientras tanto, hacemos la salsa.
En una sartén, freímos la cebolla y los ajos muy bien picados.
A continuación, rallamos el calabacín; lo incorporamos al sofrito y dejamos sofreír unos minutos. Con el disco de doble cara del procesador de alimentos, podremos rallar fácilmente el calabacín, en menos de dos minutos.
Añadimos la salsa de tomate al sofrito, salpimentamos y añadimos las hierbas aromáticas, al gusto. Por último, dejamos cocer unos minutos.
¡Ya lo tenemos! Ahora sólo falta añadir la salsa a los macarrones de quinoa y servir.
Guiso de calabacín a la provenzal
Otra forma de tomar esta hortaliza, con la que tantos platos podemos hacer, es el guiso de calabacín a la provenzal. El calabacín es un ingrediente perfecto para añadir en nuestras dietas para reducir el colesterol.
¿Qué necesitamos?
Dos calabacines
Una cebolla grande
Una parta pequeña
Un tomate
Aceite de oliva y vino blanco.
Ajo, orégano y hierbas provenzales
¿Cómo lo preparamos?
En una cazuela de guisar, freímos la cebolla con un poco de aceite de oliva.
Cortamos el calabacín a lonchas y partimos cada una por la mitad y la añadimos a la cazuela con la cebolla.
Cortamos la patata en lonchas finas -como las que hacemos para la tortilla de patata y las añadimos a la cazuela, junto a dos ajos picados.
Dejamos que se rehoge en la cazuela para que suelte el jugo y añadimos medio vasito de vino blanco.
A continuación, añadimos el tomate partido en rodajas por la mitad y echamos la sal y las hierbas aromáticas.
Ahora solo falta esperar a que se cocinen bien todos los ingredientes. Asun nos recuerda que es un plato que queda caldoso y que, por ello, no hace falta añadir agua.
Y para darle un «toque festivo», Asun nos dice que siempre podemos espolvorear la receta con queso y gratinarlo unos minutos al horno. ¡Delicioso!
Nos encantaría probar más recetas cardiosaludables. ¿Quieres compartir las tuyas con nosotros?