Frío o calor: ¿Qué lesiones y contracturas tratamos con calor?

Calor para lesiones musculares

Metidos de lleno en el otoño, podemos decir que prácticamente todos hemos vuelto a nuestra rutina. Al colegio, al trabajo, a las idas y venidas y a un sinfín de tareas que todos llevamos a cabo a lo largo del día. Para afrontarlas con ánimo, necesitamos una buena dosis de energía y, sobre todo, sentirnos bien. Sin embargo, esto no siempre ocurre.  A veces, una mala postura ante el ordenador, un mal gesto al recoger o el estrés acumulado durante la semana nos puede acabar pasando factura, en forma de contractura. El dolor muscular en la espalda, especialmente en la zona cervical, es más frecuente de lo que nos gustaría y lo padecemos muchos en algún momento de nuestra vida. Y lo mismo ocurre con la lumbalgia.

¿Sabías que simplemente practicando algunos estiramientos simples contribuyes a prevenir muchas de estas molestias? Los movimientos suaves de yoga o de pilates son un buen ejemplo. En la infografía inferior te mostramos algunos de los ejercicios más habituales que estas disciplinas nos proponen para prevenir las contracturas y aumentar nuestro bienestar.

 

 

Cuando la contractura ya se ha producido, la terapia con calor nos proporciona alivio y contribuye a la recuperación. Podemos aplicarla en nuestro propio domicilio con, por ejemplo, una almohadilla eléctrica o una manta eléctrica.

¿Qué dolores podemos aliviar con calor?

El calor permite relajar la musculatura y ayuda a aliviar la contractura que tanto nos molesta. ¿Qué efectos tiene?

¿Cómo aplicamos el calor?

Hay distintas formas de aplicar el calor, desde la tradicional bolsa de agua caliente al saquito de semillas calentado en el microondas y, por supuesto, las almohadillas eléctricas. Todos ellos contribuyen a aplicar calor en la zona y aliviar el dolor.

El calor seco, como el que producen las mantas eléctricas o las almohadillas terapéuticas, son una buena opción para aliviar la espalda en nuestro propio hogar.

¿Cómo utilizarlas?

Tengo molestias en el cuello, ¿Qué puedo hacer?

Si eres estudiante y pasas muchas horas enfrascado en tus apuntes sobre un escritorio es probable  que tengas molestias cervicales. También si trabajas frente a un ordenador en una mala postura o sufres estrés por distintos motivos. Los músculos que rodean las vértebras cervicales pierden flexibilidad y se vuelven rígidos y eso produce malestar, e incluso mareos o dolores de cabeza.  Te damos unos consejos para aliviar estos dolores:

¿Qué hacer ante una lesión muscular?

Si el dolor se debe a una lesión sufrida mientras practicábamos un deporte, debemos saber que no es conveniente aplicar calor en un primer momento. En estos casos, se recomienda aplicar frío para inhibir el dolor y evitar la inflamación en la zona.

Transcurridos unos días, podemos aplicar calor para facilitar la recuperación o, incluso, antes de realizar los estiramientos, previos a un entrenamiento.