Los pequeños electrodomésticos han cambiado mucho en las últimas décadas. En algunos casos han pasado de no estar en los hogares a ser pieza imprescindible. Y en otros han cambiado a mejor.
Las planchas son un ejemplo de ello. En algunos hogares, todavía podemos encontrar planchas antiguas de hierro como ésta, guardadas con cariño, incluso utilizadas como elementos de decoración.
La primera plancha eléctrica apareció en el siglo XIX en Estados Unidos. Se le atribuye al inventor Henry W. Weely. Desde entonces, pasaron décadas hasta que la plancha se popularizó y pasó a ser de uso común.
A lo largo de la historia, encontramos también artilugios utilizados para alisar la ropa. Los griegos utilizaban una barra cilíndrica para quitar las arrugas de sus túnicas.
Las planchas han ido incorporando nuevas prestaciones, tanto es así que cada vez cuesta menos quitar las arrugas. Con un centro de planchado vertical, planchar es todavía más fácil. No hace falta conocer la técnica, tan sólo hay que colgar la prenda sobre la percha y pasar el mando de vapor. Esta solución es perfecta si buscamos planchar en menos tiempo y con menos esfuerzo. También si queremos planchar tejidos especiales o prendas delicadas.
Cómo planchar más fácil: cortinas
Con un centro de planchado vertical, podemos planchar las cortinas de nuestra casa sin necesidad de descolgarlas. A veces nos olvidamos de ellas, pero las cortinas necesitan también lavados, al menos uno al año. Acumulan ácaros, partículas de polvo y una capa de suciedad con el paso del tiempo. Las cortinas son una pieza clave de cualquier habitación, ya que no sólo protegen la vivienda sino que forman parte de la decoración.
Una vez que hemos lavado las cortinas, las colgamos seguidamente de los rieles, aunque todavía estén húmedas. Así evitaremos que se formen nuevas arrugas. Además, este tejido se plancha mucho mejor en vertical. Cuando se hayan secado o estén a punto de secarse, pasamos el mando del centro de planchado y aplicamos el vapor por las zonas con más arrugas.
Cómo planchar sin tabla una camisa y una americana
Si sueles llevar americanas o trajes con frecuencia, el centro de planchado vertical se convierte en una gran ayuda. Podemos planchar las camisas con una plancha convencional como hicimos en este post, pero si tenemos menos tiempo o no conocemos la técnica podemos hacerlo en vertical. Colgamos la camisa o la americana en la percha y aplicamos calor. En función de las arrugas, podemos utilizar más o menos vapor.
Además, el centro de planchado vertical sirve también para higienizar la prenda, sin necesidad de lavarla. Los lavados frecuentes acaban dañando la ropa y, a veces, sólo queremos quitar olores e higienizarla.
Podemos utilizarlo también para limpiar colchones, sofás o sillas de tapicería. Son cosas que no limpiamos con frecuencia y que, en cambio, usamos a diario.
¿Qué más ventajas tiene un centro de planchado?
- La principal ventaja es que podemos planchar en casa las prendas más delicadas, como los vestidos de gasa, raso o los trajes. Así lo hicimos en este post.
- El planchado no daña la ropa, al no entrar en contacto directo con el tejido, algo que nuestras prendas, sobre todo las más delicadas, agradecen. Tampoco altera el color de las prendas, ni produce brillos.
- Con el vapor, podemos alisar zonas de las prendas que son más difíciles de planchar, como los puños y los volantes de algunos vestidos.
- Usar el centro de planchado vertical, en lugar de una plancha convencional, favorece la duración de los tejidos.
No es lo que más nos gusta hacer, pero al menos planchar ahora es más fácil que hace unos años. 🙂