El vapor se incorporó a las planchas más tarde y, a día de hoy, se ha convertido en una función casi imprescindible. El vapor ha hecho que planchar sea más fácil por una sencilla razón: elimina las arrugas con más facilidad.
Y eso se agradece, sobre todo cuando planchamos prendas más difíciles. Hoy en el mercado encontramos planchas de vapor, que también pueden ser utilizadas como planchas secas, si deshabilitamos esta función. Y, además, hay también los centros de planchado, que son todavía más potentes.
¿Qué beneficios tiene el vapor?
- Proporciona rapidez y facilita el planchado: las planchas de vapor tienen un vapor constante, que emitido de forma continua, hace que las arrugas desaparezcan más fácilmente.
- Golpes de vapor: para las prendas más complicadas, con tejidos más gruesos o arrugas más profundas, las planchas tienen aportes extra de vapor. Son muy prácticos cuando estamos planchando y no encontramos la forma de quitar un pliegue.
- Función spray: la combinación de vapor y agua también facilita el planchado, por eso las planchas de vapor tienen una función spray, que echa una nube fina de agua que humedece los tejidos más secos.
¿Cómo funciona un centro de planchado?
El centro de planchado es más potente que una plancha de vapor. Esto es así porque tienen un calderín independiente, con una capacidad de 1,7 litros, que genera mucha más cantidad de vapor. Tienen, además, mayor presión, (4,5 bares) y eso hace que el planchado sea todavía más fácil.
Los centros de planchado tienen estas características:
- Mayor capacidad: la plancha genera vapor durante más tiempo y con más intensidad.
- Tiene un vapor constante de 100 gramos por minuto, incluso si la colocamos en vertical para planchar solo con vapor sin contacto.
- Podemos regular la cantidad de vapor para adaptarla al tipo de tejido.
- Planchar es todavía más fácil, así que se recomienda utilizarlo, sobre todo, si planchamos grandes cantidades de ropa.
- Conseguimos un acabado más profesional gracias a su potencia.
¿Qué tejidos planchamos con vapor?
- Algodón
Para planchar tejidos de algodón, seleccionamos una temperatura alta en la plancha y activamos la función vapor. Se trata de un tejido grueso, por lo que necesitamos suficiente potencia. Para las arrugas más acusadas, humedecemos la zona con el spray.
- Lino
Si tuviéramos que elegir el tejido que más se arruga, diríamos el lino sin dudarlo. Es una tela cómoda y fresca para el verano, que nos ayuda a llevar mejor las altas temperaturas, pero tienden a arrugarse con muchísima facilidad. Por eso, para lucirlo como se merece, debemos plancharlo de la mejor manera posible. ¿Cómo planchamos el lino?
El truco está en secar la prenda en una percha bien extendida y en empezar a plancharla cuando todavía está húmeda. Estos sencillos pasos son claves para poder quitar todas las arrugas. Después, sobre la tabla de planchado, seleccionamos una temperatura media y vapor constante para plancharla.
- Lana
También la lana podemos plancharla con vapor, pero de baja intensidad. ¡Importante! Las pasadas de la plancha sobre la lana deben ser rápidas, evitando que la suela de la plancha esté en contacto con la prenda durante mucho tiempo.