Cómo hacer un café latte macchiatto en casa

¡En Ufesa nos encanta el café! Por eso, en este blog, nos hemos propuesto aprender a hacer los distintos tipos de café que existen y hoy le ha tocado el turno al café latte macchiato.

Dada la tradición cafetera de Italia, solemos denominar a los cafés por su nombre en italiano, especialmente si hablamos del capuccino o del café latte. Su traducción, leche manchada, ya nos da pistas de cómo es.

Este tipo de café lleva más cantidad de leche que de café. Se trata de “manchar” la leche con un espresso (30 ml)  y, a veces, incluso con menos.

Además de la proporción de leche y café, la diferencia de caffe late macchiato respecto otro tipos de café más populares, como el capuccino o el cortado, es el orden de los ingredientes. Para hacer un café latte machiato, vertemos el café sobre la leche en un vaso y, no al contrario, como hacemos para preparar un café con leche o un cortado.

Pero la preparación no acaba ahí. Una de las características del latte machiato es la espuma de leche, que queda en la parte superior. El resultado es una bebida de tres capas, en la que el café queda “atrapado” en medio entre dos bloques de leche. De ahí, que la forma de servirlo sea en una vaso alto de cristal, para que se distingan los colores, en lugar de en una taza de cerámica como el capuccino.

Ahora que ya tenemos claro qué tipo de bebida es el café latte macchiatto, lo preparamos paso a paso.

¿Cómo hacemos la espuma del café latte?

Para hacer la espuma, utilizamos mejor leche entera, ya que, al tener más grasa, conseguiremos una espuma más densa y cremosa. También es importante que la leche esté fría, ahora veremos por qué.

Llenamos la jarra por la mitad y colocamos la boquilla de vapor dentro de la leche. Al hacer la espuma, inclinamos un poco la jarra y nos fijamos en que las burbujas sean muy pequeñas.

La espuma de la leche debe alcanzar los 60º, de ahí que utilicemos leche fría para que nos de tiempo de espumarla bien antes de llegar a esa temperatura. Cuando la espuma de leche llegue a los 60º -la jarra tiene que quemar al tocarla- y tenga burbujas pequeñas, sabremos que está perfecta.

A continuación, preparamos un café espresso, con una cafetera espresso como la de la imagen o con una cafetera de cápsulas. Estos dos modelos tienen una boquilla para hacer la espuma, por lo que podemos utilizar cualquiera de las dos.

En un vaso de cristal, para que se vean bien las capas, vertemos leche normal y a continuación una capa de espuma. Después, añadimos el café. Veremos cómo atraviesa la espuma, al ser menos densa, y cómo se coloca en la capa intermedia.

¡Ya tenemos nuestra leche manchada de café o nuestro café latte macchiato!