Con la llegada del frío, las contracturas son muchos más frecuentes de lo que a todos nos gustaría. El calor relaja los músculos, mientras que el frío los tensa. Si a estas bajas temperaturas añadimos una mala postura o las horas que pasamos delante del ordenador es cuestión de tiempo que nos atormenten estas dolencias que llegan a ser muy molestas. Las lumbares y las cervicales, así como la espalda, son las zonas donde suelen aparecer estas contracturas.
El mejor remedio para estas contracturas, como en todo, es que no aparezcan y para evitarlas no hay nada como hacer estiramientos, deporte o gimnasia. Pero, una vez que ya han aparecido, ¿cómo puedo aliviar el dolor? El calor es siempre un buen aliado para ayudar a que nuestros músculos se relajen y las contracturas desaparezcan. Una almohadilla eléctrica es siempre un buen aliado, porque podemos utilizarla fácilmente desde casa. Por ello, aquí te damos las claves para elegir la mejor almohadilla terapéutica, también conocida como manta eléctrica, ya que son muchos los que utilizan este nombre para referirse a lo mismo. La llames manta eléctrica o almohadilla terapéutica, éstas son las características que tienes que tener en cuenta a la hora de comprarla.
El calor es siempre un buen aliado para ayudar a que nuestros músculos se relajen y las contracturas desaparezcan
Dolencias que podemos tratar con calor
- Artrosis cervical
- Tendiditis
- Lumbalgias
- Ciáticas
- Dolores menstruales
- Traumatismos
- Reumatismos
Lesiones deportivas: Las almohadillas eléctricas son también muy útiles para tratar lesiones deportivas, sobre todo antes de los estiramientos o para aliviar espasmos. Eso sí, si la vamos a utilizar sobre lesiones, debemos que tener en cuenta que el calor no debe ser utilizado justo después de producirse la lesión.
1. Medidas y formatos: La clave a la hora de elegir una almohadilla eléctrica es el tamaño y el formato más adecuado para el tipo de dolor que vamos a tratar. Existen almohadillas especialmente diseñadas para tratar zonas específicas, como las dolencias en la zona lumbar o en la cervical. Ofrecen calor localizado en la zona exacta que necesitamos aliviar. Las almohadillas rectangulares están pensadas para uso general o para el tratamiento de lesiones deportivas.
2. Selección del grado de temperatura: El calor tiene una propiedad terapéutica que ayuda a relajar los músculos y aliviar el dolor de la contractura. Pero la percepción y la tolerancia al calor es diferente en cada persona, por eso, es importante contar con un selector temperaturas que nos permita elegir aquella con la que nos sentimos más cómodos.
3. Distribución homogénea del calor: No todas las almohadillas se calientan igual. Según su tecnología interna lo hacen en más o menos tiempo y de forma más uniforme. Además de la rapidez de calentamiento, es importante que este calor se distribuye homogéneamente por toda la superficie. Este pequeño detalle nos garantiza que el calor llega perfectamente a la zona que queremos tratar, cuando la utilizamos. Además, una buena almohadilla eléctrica debe contar con un sistema de monitorización en toda su superficie que mantenga la temperatura constante durante todo el tiempo de uso.
4. Los tejidos influyen decisivamente en el confort: Como es un material que vamos a tener en contacto con la piel, no está de más que a la hora de comprarla nos fijemos en el tipo de tejido de la funda. Los tejidos aterciopelados son muy agradables de usar y están especialmente indicados para las almohadillas de uso localizado, pues además son transpirables. Sin embargo, si vamos a utilizar la almohadilla sobre la piel tratada con lociones o cremas, es mejor elegir una almohadilla con funda de algodón de calidad, que puede lavarse fácilmente.
5. Funda lavable en lavadora: Comprueba además que la funda pueda retirarse fácilmente y que se pueda lavar sin problemas en la lavadora.
6. Comodidad: Y ya que vamos a utilizar la almohadilla para tratar una dolencia incómoda, agradeceremos que su uso sea lo más cómodo posible. Hay almohadillas que llevan unas cintas para que se sujeten mejor a nuestro cuerpo y podamos cambiar de posición, sin que se mueva.
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