Con los cambios de estación, nuestras tareas del hogar se acumulan. No te preocupes, apúntalas en tu lista de cosas por hacer y ponte con ellas conforme tengas tiempo. Pero, sobre todo, no las dejes. La primera de ellas es el cambio de armario del que ya hablamos en nuestro blog.
Si eres de los que ya lo han hecho, quizá puedas ponerte con la siguiente. Con las altas temperaturas, además de cambiar la ropa del armario, tenemos que darle una vuelta también a nuestra cama para dormir fresquitos.
¿Cómo lo hacemos?
- ¡Hasta el invierno que viene, nórdico! Cuando llega el verano, al primero al que tenemos que “echar” de nuestra cama es a nuestro querido nórdico, el que tanto nos ha abrigado en invierno. Es probable que lleves varias semanas durmiendo con él a los pies de tu cama, pero ha llegado el momento de quitarlo. Aprovecha para lavarlo en la lavadora o en la tintorería, antes de guardarlo en el canapé o en el armario.
- Cambia la ropa de cama. La seda, el lino o el algodón son los tejidos más fresquitos, por lo que son una buena opción para las noches de verano. Coloca sobre las sábanas una colcha fina para que tu cama quede perfecta y decórala con unos cojines de colores claros.
Las colchas de verano se confeccionan con algodón 100 % natural.
Para esta época del año, las más populares son las conocidas como colchas piqué o colchas Jacquard. Se llaman así porque tienen un remate en relieve o picado con formas de ondas.
Además, estas colchas de algodón se pueden planchar en casa con toda comodidad. Te contamos cómo hacerlo.
- Un punto: sintéticos.
- Dos puntos seda y lana.
- Tres puntos: algodón y lino.
¡Ánimo! Con estos trucos, terminarás tus tareas domésticas en menos tiempo, para disfrutar cuanto antes de los planes de verano. 😉