Alimentación para deportistas: desayuno para un día de esquí

Son las ocho de la mañana y suena el despertador. Nos levantamos a toda prisa, sin remolonear más de la cuenta porque, aunque sea temprano, no vamos a trabajar. Cambiamos la oficina por una ladera llena de nieve por la que deslizarnos, al tiempo que sentimos esa sensación de velocidad que tanto nos gusta. Es un día de esquí y tenemos por delante muchas horas de frío, esfuerzo, ejercicio y, sobre todo, diversión. Y, para que esto sea realmente así, hay una cosa que debemos hacer antes de salir de casa, además de vestirnos adecuadamente y preparar los esquís. Y esa no es otra que cuidar la alimentación para deportistas, para que no nos falte energía con la que afrontar el día.

Apunta estos datos antes de esquiar porque seguro que te interesan. Éste es el aporte energético que necesitamos:

 

Desayuna como es debido

Hemos oído muchas veces que el desayuno es la comida más importante del día, así que es fácil intuir que, si vamos a hacer ejercicio, todavía más. El esquí alpino, el de fondo, el snowboard o las excursiones con raquetas son deportes que realizamos a bajas temperaturas y a cierta altitud. Esto supone que tengamos más gasto calórico que debemos suplir con una alimentación para deportistas.

Por ello, necesitamos un desayuno potente, ¡con suficientes hidratos de carbono! Suele ocurrir que los madrugones quitan el apetito por la mañana. En estos casos, un buen consejo es levantarnos con tiempo y hacer otras tareas antes de desayunar hasta que sintamos ganas de comer.

Te proponemos dos desayunos completos:

No te olvides de almorzar

Al estar en continuo movimiento, gastamos muchas más calorías que un día habitual, por lo que tenemos que añadir más energía a nuestro organismo. El frío hace, además, que nuestro organism recurra a las reservas energéticas para aclimatar nuestra temperatura corporal al ambiente. Los frutos secos o las frutas deshidratadas también son una buena opción para estos casos. No sólo porque sean proteícos, sino porque, además, son muy cómodos para ingerirlos sin quitarnos los esquís y muy prácticos a la hora de llevarlos encima, en cualquier bolsillo de nuestro anorak.

Hidrátate con frecuencia aunque no tengas sed

Haga frio o calor, con sol o nublado, no debemos perder de vista la hidratación. Hay que tener en cuenta que estamos en continuo movimiento y que, además, llevamos puestas varias capas de prendas térmicas para combatir las bajas temperaturas. Ambas circunstancias favorecen la sudoración, aunque no percibamos el sudor por el aire seco y el abrigo. Por ello, es aconsejable beber agua o refrescos con frecuencia.

Tómate un respiro a la hora de comer

Aunque los amantes del esquí prefieren aprovechar cada minuto de la jornada, es aconsejable hacer una pequeña parada al mediodía para comer. Solemos llevar unas horas esquiando y nuestro organismo empieza a resentirse, así que es momento de darnos un respiro, descansar, recuperar fuerzas y comer.

¡Con estos consejos te convertirás en el auténtico Yeti de las nieves! 😉