El sofá es la pieza estrella de cualquier salón o, al menos, la preferida al llegar a casa después de un día de trabajo. Pero, al mismo tiempo, es también la que más quebraderos de cabeza nos da, precisamente por el uso que le damos.
Nos sentamos a diario en él para descansar, ver películas, leer, charlar, dormir y eso acaba repercutiendo en la tapicería. Si, además, tienes niños en casa, sabrás que el sofá todavía sufre más. En él se acumulan restos de suciedad, comida, polvo o manchas, que no siempre son fáciles limpiar.
Pero no te preocupes, la vida del sofá es así. Si quieres que el tuyo luzca limpio, sólo tienes que dedicarle un poco de tiempo. ¡Aquí te dejamos unos consejos para limpiarlo!
¿Cómo limpiar la tapicería del sofá?
Estos suelen subirse al sofá -incluso con zapatos ante un descuido de los padres-, merendar, jugar… En estos casos, deberemos pasar el aspirador por el sofá al menos una vez a la semana si queremos que el sofá luzca en buen estado. La frecuencia de la limpieza también dependerá del color del sofá. No es lo mismo un tono claro, donde la suciedad es siempre más evidente y, por tanto, necesitará más cuidados, que uno oscuro.
Con la boquilla de tapicerías, limpiamos toda la superficie del sofá. Los restos de suciedad suelen adherirse con fuerza a la tapicería, por lo que necesitamos una aspiración más potente como la que nos ofrecen las boquillas pequeñas. Una vez aspirado el sofá, elegimos la boquilla para juntas, para aspirar las esquinas.
Pero esto no siempre es fácil, porque muchas veces nos encontramos con manchas que no esperábamos. En estos casos, la solución pasa por hacer una mezcla de agua y jabón y aplicar con una esponja sobre el sofá. Cuanto más neutra sea la esponja o el trapo que vamos a utilizar, mejor, porque a veces destiñen. Si tu sofá tiene fundas, lávalas después en la lavadora.
Hasta aquí los 5 consejos para limpiar tu sofá y lucirlo siempre perfecto. ¿Te han servido?