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23 octubre, 2015 Comentarios desactivados en Cómo hacer la masa de unas croquetas caseras de jamón y setas Visitas: 26194 Comer bien, Para casa, Trucos

Cómo hacer la masa de unas croquetas caseras de jamón y setas

Te prometimos otro truco culinario con setas y, como lo prometido es deuda, aquí lo tenemos. Se trata de otro pequeño detalle que podemos hacer con el polvo de setas.  Muy sencillo, pero muy práctico, ya que con un simple gesto haremos nuestras croquetas mucho más sabrosas.

 

Receta de croquetas de jamón

¿Cómo preparamos la masa de las croquetas?

Coge papel y boli, porque le hemos preguntado a Milagros su receta de croquetas y damos fe de que le salen riquísimas. ¡Nos lo cuenta ella!

  • El primer paso en calentar 1/2 vaso de aceite de oliva en una sartén. Antes de que esté caliente, añadimos seis cucharadas grandes de harina y sal. Con una cuchara de madera, removemos continuamente, sin parar en ningún momento. 
  • A continuación y antes de que se tueste la harina, añadimos un litro de leche caliente poco a poco y continuamos removiendo despacio la masa. Todo a fuego lento. Si se forman algunos grumos, los diluyo con unas varillas. Ahora es importante probar el punto de sal de la masa. Tenemos que tener en cuenta que luego añadiremos jamón, por lo que la masa no tiene que está perfecta, sino más bien un pelín sosa. El jamón contiene mucha sala y acabará dándole el toque salado que necesitan.
  • Ahora toca añadir el jamón. Para ello, antes de preparar la masa, corto el jamón serrano en trocitos. Yo utilizo jamón fresco y de calidad, porque le da un sabor auténtico a las croquetas. Muchas veces he oído que podemos aprovechar las sobras para hacer croquetas, pero para hacer esta receta yo no utilizo ese jamón sobrante. Lo compro precisamente para hacer las croquetas y, la verdad, es que luego se nota y mucho.
  • Al tiempo que corto el jamón, preparo también el ingrediente ‘estrella’, que diferencia a estas croquetas de otra: el huevo duro. Corto y pico dos huevos duros y los añado, junto al jamón, a la sartén con el aceite de oliva, la harina y la leche.
  • Una vez que la masa está compacta apago el fuego. Vuelco toda la masa en una bandeja y dejo reposar 24 horas a temperatura ambiente. Si  hacemos la receta en verano, podemos introducir la bandeja en el frigorífico cuando se haya enfriado. Pero, también os digo, que la masa sale mejor cuando está en reposo un día entero a temperatura ambiente.
  • Al día siguiente, continuo con la receta. Voy cogiendo trozos de masa y las paso por abundante huevo batido y pan rallado y voy haciendo la forma. Tengo que deciros también que con estas medidas me salen hasta 50 croquetas, porque ya que me pongo, como es una receta muy laboriosa, hago muchas, para llevar a algún cumpleaños, una cena en casa de amigos o para mis nietos. ¡Les encanta!
  • Y el último paso es freírlas en la sartén con mucho aceite de oliva. ¡Espero que os gusten!

Hasta aquí la receta de Milagros, pero nosotros hemos decidido añadirle un toque a setas que las hace todavía más ricas, si cabe.

¿Y el sabor a setas?

Si probaste a potenciar el sabor de tu risotto con el anterior post, probablemente tendrás guardado el polvo de setas para utilizarlo en esta ocasión en otro plato. Si ya se ha agotado, siempre podemos volver a hacerlo.

Una vez que tenemos las setas deshidratadas las trituraremos para conseguir el polvo. A nosotros nos gusta hacerlo en el molinillo del procesador de alimentos porque solo tardamos unos segundos. Igual que las setas deshidratadas, podemos guardar también las setas en polvo en un bote y utilizarlo como especia.

Y eso es lo que vamos a proponerte en este post. ¡Mezclar el polvo de setas con el pan rallado para empanar unas ricas croquetas de jamón! Mmmmm, delicioso…

¿Cómo se prepara el polvo de setas?

El otoño está ligado a los  paseos por el monte y a la recogida de todo tipo de setas.  Si has llenado de robellones una cesta de mimbre, esta es una buena idea para conservarlas y sacarle partido. Lo primero que tenemos que hacer es deshidratarlas.  Podemos hacerlo con un deshidratador de alimentos, como en este vídeo. Colocamos las setas en cada una de las bandejas, encendemos el deshidratador y, unas horas después, tenemos las setas completamente deshidratadas. Si no tenemos deshidratador de alimentos, podemos usar la técnica de nuestros abuelos: dejarlas al sol durante varios días para que se sequen, aunque ahora, con días más fríos y menos horas de sol, es más complicado.

Como los deshidratadores tienen varias bandejas apilables, te aconsejamos que deshidrates una buena cantidad de setas y las conserves en un frasco de cristal cerrado y protegido de la humedad, la luz y los olores. Así las tendrás siempre a mano para utilizarlas como condimento para otros platos o como ingrediente para hacer nuevos trucos como este.

 

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